No hace mucho, antes de la entrada como Presidente del
gobierno del señor pequeñito que estaba detrás de un bigotillo, los peperos
acusaban una y otra vez a los socialistas de “usar el rodillo parlamentario” para aprobar las leyes. Han pasado unos años
y ahora es el PP el que repite la táctica parlamentaria. Y decimos repite
porque ya lo hizo en la época aznarina. O sea, que se reedita el rodillo en
versión pepera.
Son tantos los frentes abiertos contra la democracia por
el PP durante esta legislatura, y tan poca la ética política de sus
actuaciones, que todavía no se entiende como los ciudadanos están tan calmados,
tan desmovilizados. Quizás sea todo fruto del desánimo y del acoso mediático
orquestado por los medios adictos al “régimen”. El conformismo ciudadano no
tiene otra justificación. La pérdida de
confianza en la clase política es tan evidente que ya hasta los votantes
del PP lo dicen abiertamente, porque los del PSOE ya lo han demostrado con el
alto grado de abstención de las últimas elecciones que perjudicó claramente a
los socialistas.
A la barbaridad de la reforma laboral que, como dijimos
en su día en estas mismas páginas y el tiempo nos ha dado la razón, no iba a
crear empleo sino a poner más barato el despido, se ha unido otra aberración,
esta vez a manos del ministro Wert: la supuesta
reforma educativa. De hecho lo que va a conseguir, aparte de endurecer la
educación, en lugar de elevar la calidad del nivel educativo, es potenciar la
enseñanza privada. Y es que este gobierno del Sr. Rajoy confunde educación con negocio, que ese y no otro es el objetivo.
¡Negocio para sus amigos, claro!.
La aprobación de las tasas judiciales ideada por el Sr. Gallardón, con lo que supone de
indefensión para el ciudadano de a pié, fue una muestra de la ideología de este
neocapitalista conservador metido a Ministro de Justicia. Por si tenía alguien
alguna duda, sobre la mesa está el proyecto
de la Ley del aborto.
¿Cuándo aprenderá el PP a respetar la libertad y la dignidad de la mujer?. ¿Cuándo
se enterará el Sr. Gallardón que estamos en el primer mundo, o al menos lo
pretendemos, y no en el cono de África? Desde luego lo que queda claro es que
las ínfulas de progresista del susodicho Gallardón no eran más que el disfraz
de cordero.
Barbaridad sobre barbaridad: la pretendida nueva Ley de Seguridad, también quieren acometer
otra de regulación del derecho de huelga
(que mal bajío nos da el término “regulación” en manos de los conservadores
españoles). Vayamos por partes: La ley de seguridad, es decir el proyecto del
gobierno sobre el tema. Fundamentalmente este proyecto olvida algo que ya está
regulado directamente en nuestra Constitución en el Capítulo II, Derechos y
Deberes fundamentales. Este proyecto, aparte de connotaciones puramente
franquistas, ataca frontalmente este apartado constitucional. Tomen nota señores de la oposición, ¡TODOS!,
y recurran la ley, si consiguen imponerla los peperos con su rodillo
parlamentario.
En cuanto al derecho de huelga, deben ser los propios
agentes sociales los que acuerden los términos. Para algo está consagrado el derecho constitucional a la libertad
sindical. Aunque eso es algo que queda muy lejos al Sr. Rajoy y compañía.
Esta enorme actividad legislativa del PP no tiene más
objetivo que la desmantelación del
estado de derecho que consagra nuestro ordenamiento constitucional. Y
además es intencionado, con premeditación y alevosía. Están destruyendo todos y
cada uno de los derechos, conseguidos con enorme coste político y humano, sobre
los que se asienta la democracia española. Entre lo que se pretende por el
Gobierno Rajoy y una dictadura hay tan sólo una línea suave, muy suave: que los
ciudadanos pueden votar, como cínica expresión de la supuesta democracia, las
listas que los políticos nos ofrecen. ¡Pobre democracia!.
Otro de los muchos temas que está cabreando y mucho, a
los sufridos paganinis en los que nos ha convertido el Sr. Rajoy: las subidas eléctricas. Que nadie se llame a engaño, ahora subirán
un poquito, un 3 ó un 4 por ciento, y dentro de dos meses otro tanto y a los
dos meses siguientes otra ración de la misma medicina. Es decir que antes del
verano, el período de mayor facturación por parte de las compañías, tendremos
el 11% impuesto por las eléctricas.
Lo vergonzoso es el teatro organizado tanto por el
Gobierno como por la patronal del sector. Aquí no cabe engaño: los políticos le
cubren las espaldas a las compañías suministradoras porque luego, cuando se
jubilan, se sientan en los sillones de los consejos de administración con
sueldos de 6 cifras al año. ¡Que paguen los ciudadanos!. ¿Para cuando la
dimisión del Sr. Soria, el Ministro triple embustero?. ¿Cuándo habrá algún
gobierno con los suficientes redaños para nacionalizar
la electricidad?.
¿Cuando tendrá la valentía el Sr. Rajoy de comparecer
ante los medios de comunicación, sin poner cortapisas a los informadores?
¿Cuándo dejará de exigir preguntas aprobadas previamente? ¿Cuándo alguien
exigirá la dimisión de algún ministro sin que desde los bancos azules tengan la
desvergüenza de contestar que los escaños de enfrente están igual de manchados
que los propios?. A los ciudadanos nos da igual la basura que acumule cada
cual, lo que tienen que tener es un comportamiento digno, ético e irse a su
casa antes de que la mierda les llegue al cuello.
¡Hasta en
Turquía dimiten los ministros acusados de corrupción!. Tome nota Sr. Rajoy. ¿O es que es
exigir demasiado?. Las personas con dignidad y sentido democrático que votaron
al PP no podían imaginar que Rajoy y sus muchachos serían capaces de llegar tan
lejos. ¡Ya hay muchos votantes del PP arrepentidos y escarmentados!.
Nino
Granadero
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