El
circo de todos los años ( El Estado de la Nación) se desarrolló como se tenía
que desarrollar. Ni más ni menos, ni menos, ni más. Con éxitos para los
actuantes, ya que recibieron los aplausos correspondientes, cada uno, desde sus
filas, como no podía ser de otra manera.
Toca
el exhibicionismo ante la galería, porque entra en el sueldo, y a éste, ni
tocarlo.
Y es
verdad, como diría el ilegitimado, es que ustedessss no lo entendéisssss. No
vosotros, sino ustedesssss. Pero esto es así. Yo no he dicho eso. A ustedesssss
les duele, les molesta que el Paísssss vaya a mejor. Es así. Reconózcanlo. Si.
Si. Si. Es así. (Verborrea del mismo), aunque lo queráissssss negar. Es así.
La
puesta en escena, la misma de siempre, en el mismo sitio y con la misma gente.
El resultado, el de todos los años. Y a la pregunta de quién ha ganado, la
respuesta es obvia: ellos.
El
ilegitimado todavía no ha bajado del Limbo y espera, por costumbre y por
gallego, a que lo suban al cielo, aunque en esta “explicación” de lo que ha
hecho y de lo que va a hacer de aquí en adelante, él mismo ha querido subir del
tirón. ¡Ah!, que conste en acta que a nadie le dijo que tenía abuela en la
autoalabanza. Nada de autocrítica, ni humildad.
Pasado
el tiempo, como hace el ilegitimado, sin acaloramiento y con perspectivas de lo
que allí, en esos días, ocurrió, no tengo más remedio que decir que todo lo
sucedido, como también él lo expresa, es más de lo mismo, o sea sé, mentiras
tras mentiras, porque lo dibujado y pintado en el lugar sobre el lienzo de la
realidad que nos presenta, parece ser, que “la primavera ya llegó” después de
pasar un fatídico invierno lluvioso, con inundaciones por todas partes, en el
que su gobierno, el del ilegitimado, puso todos los medios para que no nos
ahogáramos.
Y lo
cierto y la verdad de lo que aquí, en este país, está ocurriendo, con las
medidas que ha tomado este gobierno es que, cada vez, hay más muertos en el
camino y siempre las defunciones ocurren en la población de siempre. Siendo
esto malo, no es lo peor, porque podríamos decir que lo pasado, pasado y
pelillos a la mar, pero lo peor no ha llegado, ya que las medidas anunciadas
son más venenosas con apariencias de inofensivas y beneficiosas para la
generalidad de la población.
Con
sorna, nos anuncia que va a bajar los impuestos directos, pero que subirán los
indirectos (consejos de la comisión ¿de sabios?), porque ya hemos entrado en la
fase en la que la cuerda del ahorcado se le puede aflojar el nudo. Pues ¡vaya
tela! Por ejemplo, dice que bajará el IRPF hasta quedar en el entorno del 25%,
a las rentas más bajas (que ahora están sobre el 30%), mientras que a las
rentas más altas se quedarán sobre el 47-48% (ahora están sobre el 52-55%). Los
“sabios”, valga la redundancia, saben muy bien a quien no tienen que
perjudicar. Si de verdad fueran “sabios”, bajarían a la mínima expresión
posible el IRPF a las rentas menos favorecidas y aumentarían este impuesto a
las más altas, ya que éstas tiene más capacidad para poder hacerlo sin que les
perjudique el aumento del impuesto tanto como para dejarlas en la precariedad a
la que está sometida las restas más bajas. Por otro lado, el anuncio del
aumento del impuesto sobre el valor añadido (IVA) sobre diferentes productos de
gran consumo y necesario, al ser igualitario para todos los consumidores, las
que más aportan son precisamente las rentas más bajas al ser mayoritaria, con
creces, recayendo sobre ellas, como siempre, el peso y el soporte de la
recaudación. Y si a esto se le añade que cada vez se le exige a la población
trabajadora que los salarios tienen que ser aún más bajo de lo que están, con
salarios basuras, mientras que a los pudientes se les premian con más dádivas,
pues apaga y vámonos que nos vamos.
De
todo esto, como es lógico, tengo que decir que ELLOS ganan (los de
siempre), NOSOTROS perdemos (también los
de siempre) y que el título de aquella canción de Julio Iglesias de “La vidas
sigue igual”, habría que apostillarla con “PERO PA PEOR” con este gobierno
recalcitrante de las mentiras.
Muchas
de las cosas que pasan en este País, tenemos la culpa los de a pié por dejar
hacer a este gobierno lo que está haciendo sin poner pies en pared y decirle
que ya está bien. Dentro de poco, tenemos la oportunidad de hacerlo y tomar
conciencia de que nosotros somos muchos y ellos, pocos. Estamos dando pasos
agigantados hacia atrás, cuando no tendríamos que dar ninguno, al contrario, ni
siquiera para tomar impulso, porque cualquier paso hacia atrás, es un fracaso
que no nos podemos permitir, ni permitirles a los “pocos” que nos hagan estas
malasbarrasadas.
Simón
Candón 20/03/2014
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