Va
de ex-presidentes, o casi ex-presidente en algún caso. Veamos: el primer caso
es de un ex, el Sr. González, don Felipe, que sigue a lo suyo, o sea a decir
tonterías y hacer declaraciones de gente de derechas. El segundo caso es del
todavía Presidente Sr. Rajoy al que cada vez le queda menos tiempo para pasar
al banquillo de los suplentes.
Felipe
González continúa con sus ataques a lo que suene como alternativa a los
partidos institucionalizados. Ataca a todo lo que sea una amenaza para la
“casta” (seguimos utilizando el término en el sentido que todo el mundo le da,
hasta al propio González).
En
estas labores estaba antes otro ex, el Sr. Aznar (Ánsar como le decía su amigo
Bush). Se ve que las eléctricas han hecho un reciclaje y, visto el poco
predicamento del ex-presidente conservador (esto le molesta especialmente ya
José Mari tiene la osadía de declararse de centro-derecha) en sus tareas por
convencer a la sociedad que lo normal es que los ricos cada vez sean más ricos
a costa de los pobres, ha puesto al Sr. González a decir bobadas para meter el
miedo al personal en el cuerpo para que voten en el sentido “correcto”, es
decir al binomio PP-PSOE.
Hemos
de ser sinceros: al principio creímos que era una cuestión biológica. ¡Si
hombre, aquello de la pitopausia!. Pero no, ahora cada vez está más claro que
el Sr. González, don Felipe, obedece órdenes de los que le ha mantenido durante
años sentado en cómoda y muy bien remunerada poltrona. Y esto obedece a un solo
motivo que ya hemos expresado en otras ocasiones: cada vez está más nerviosa la
derechona en este país. (Por derechona
entendemos los que de verdad mandan: banqueros, financieros, grandes (grandísimos)
empresarios, oligarquía (creíamos que ya estaba en desuso el término, pero por
loque se vé sigue muy vigente) …, los que en los pueblos se dice sin rodeos:
“los ricos de toa la vida”.
Y
claro, que como ahora puedan sentarse en sillones desde los que se pueden
cambiar de verdad las cosas gente que no está “trincada”, es un peligro para la
“derechona”. Un peligro porque como empiecen a sacar papeles ocultos desde hace
décadas y empiecen a exigir responsabilidades… ¡Se puede ver un numerito!. Lo
que pasa es que somos muchos (más de los que la “derechona” se imagina) los que
estamos por la labor.
Por
eso han ordenado a don Felipe que haga un
alarde de sus dotes de encantador de masas y re-direccione el tema hacia
los derroteros “adecuados”. Estamos seguros que nuevamente va a fracasar el
intento, como ha fracasado con ”Ánsar”, porque cuando se abre un sendero es
para caminar por él y no para cerrarlo con escombros.
El
otro caso, el del próximo ex–presidente, roza lo patético, lo cómico y lo burdo
(los tres términos con complementarios, que no incompatibles). Lo patético
porque da vergüenza ajena lo bajuno y rastrero de su sometimiento a los deseos
de la germana que manda y ordena no solo en su país, sino en todo lo que se le
pone al alcance. Patética (y vergonzosa) la actitud servil y rastrera
demostrada por el Sr. Rajoy en la “visita” de la Merkel para dar un abrazo a
Santiago. No vamos a perder el tiempo en más comentarios, lo que los españoles
hemos visto ya causa suficiente vergüenza en una persona decente como para
ahondar más en la herida.
Lo
de calificar de cómico el comportamiento de este sujeto metido a Presidente del
Gobierno español es por el sentido cómico del (supuesto) humor inglés: un humor
de lo más “esaborío”. La verdad es que nadie acaba de entender qué tiene de
gracia el humor inglés. A no ser ese punto ácido de mala leche que revuelve el
estómago.
Y
lo burdo es porque no cabe nada más vasto, grosero y de mal gusto que la última
hazaña del gallego Rajoy. ¡Sí, hombre, lo de los twiteros anónimos!. Esos miles
de seguidores que le han salido de la noche a la mañana y que nadie sabe de dónde
vienen. No tienen nombre ni apellidos, ni dirección, ni foto, ni nada que los identifique.
A lo mejor son los que aparecen en la foto con cabeza de huevo en blanco (no
sólo la forma sino también el color es de lo más acertado) y que como bien se
recoge en la foto tienen los cacúmenes vacíos de ideas.
…y encima nos sale el número dos de Podemos
con que quiere quitar la cabra de la Legión. ¡No, por favor, que la cabra tiene
más sentido común que estos dos de los que hemos hablado!.
Nino Granadero
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