Lo
hemos intentado, ¡les aseguramos que lo hemos intentado!. Al final no hemos
podido resistir y nos abandonamos al deseo irrefrenable de comentar la
entrevista del Sr. Presidente del Gobierno hace unos días en Antena 3.
Veamos:
lo primero la elección de entrevistadora. Periodista libre de toda sospecha, obediente,
aseadita ideológicamente (es decir afín a los principios del movimiento, ¡perdón
del PP!). Una chica que da la talla buscada por los asesores de don Mariano.
Luego el ambiente, de lo más aséptico; decorado el justito, para que resalte la
figura del líder carismático. El Sr. Rajoy parecía el ciudadano perfecto en
labores de político preocupado y eficiente. El tercer factor, y no menos
importante a tener en cuenta: el día y la hora de emisión. ¡Todo perfecto!.
Comienzan
las preguntas, por supuesto más que pactadas y preparadas las respuestas. La
verdad es que don Mariano como actor tendría menos futuro que las acciones de Nueva
Rumasa. Las respuestas, dentro del tono habitual en este personaje. Como buen
gallego: ni si ni no, sino todo lo contrario. Eso sí, hay que reconocerle que
al menos ha conseguido mejorar en una cosa: ya no contesta a la pregunta que le
hacen con otra pregunta, ¡es un paso!, aunque no sirva para nada. Y es que
recordando el dicho popular (de pueblo ¿eh?): “si te encuentras un gallego en una escalera no sabes si sube o si baja”.
¡Pues eso!.
Dijo
una cosa asombrosamente reveladora: que le gustan los ministros valientes. Se refería,
sobre todo a Ruiz Gallardón. ¡Si hombre, el de la reforma de la Ley del Aborto!. Si será
valiente este tal Gallardón que hasta Rouco (¡mi musa!) está calladito sobre el
particular. Supongo que el prelado se habrá quedado pasmado de que se intente
imponer en España, nunca mejor dicho, una ley que nos deja a años luz de Europa.
Lo malo es que nos vamos no al furgón de cola, sino a años luz del que cierra la
fila en este tema. Pero eso sí, para don Mariano el ministro Gallardón es muy valiente.
No coincidimos en la estimación de la valentía muchos ciudadanos con el Presidente.
Hubo
una pregunta de la periodista que dejó sorprendido al Sr. Rajoy, a lo mejor es que
se olvidó que habían acordado que se la haría. Cuando le preguntó sobre el
ínclito Bárcenas y que el PP no había pedido perdón a la opinión pública por
tamaña metedura de pata. “18 años estuvo con ustedes”, le recordó con
atrevimiento la periodista, “y no se han disculpado ustedes con los ciudadanos”
vino a decir. “Puesh shí, eshtuvo 18 añosh pero no nosh dimosh cuenta, nosh engañó,
esh un error que cometimosh” fue el comentario del gallego. Ni siquiera el
amago de intento de pedir perdón. Evidentemente la soberbia, moneda de uso
común en estos personajes, le pudo.
La
interpretación sobre esos 18 años podría tener dos justificaciones: una es que
lo sabía y en tal caso el Sr. Rajoy es cómplice de Bárcenas o bien, la segunda
posibilidad, es que don Mariano fuera rematadamente tonto. Quédese Vd. con la
que quiera. En ambos casos no entendemos cómo ha llegado a Presidente del Gobierno.
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