Nada más vacío e inútil que el ejercicio de mirarse el
ombligo. Eso es exactamente lo que hicieron este fin de semana los socialistas:
una pérdida de tiempo, de energía y de recursos que, en la época en que estamos
y con la que está cayendo, no tiene justificación alguna. Por eso decimos que
el fin de semana los socialistas han hecho el mayor ejercicio de egolatría
política de los últimos tiempos. Para ese viaje se podían haber ahorrado la pantomima.
El desfile de elefantes blancos fué similar a los
partidos de fútbol de las viejas glorias: detalle cara a la galería y poco más.
Las viejas glorias no van a resolver los problemas de este país, entre otras
cosas porque están comprometidas con el sistema, y sin ganas de cambiar nada. Por
eso decimos que la conferencia socialista no es más que un ejercicio de
autocomplacencia.
No se ha ofrecido ninguna solución a la situación de la casi
moribunda sociedad española. Nuestro sistema social y político está caduco y en
fase terminal. No así el sistema financiero, cada vez más boyante y con las
arcas repletas a costa de los contribuyentes. No vamos a ejercer de profetas,
pero la gran banca, no sólo en España sino en todo el mundo, está preparando el
asalto a los ahorros de los distintos sistemas de Seguridad Social. Los
depósitos de los sistemas públicos de pensiones son muy apetitosos y supondría
el control total y absoluto de las pensiones. Ahí es donde ven el futuro los
banqueros.
Vaya por delante que vamos a hacer un alarde de buenos
pensadores. A lo mejor hasta lo han hecho con buenas intenciones. Lo que ocurre
es que presentar como maestro de ceremonias a Rubalcaba, nos parece una
tomadura de pelo. Decir a la opinión pública que el PSOE es distinto al PP es
algo que está de más. Se supone que son dos partidos políticos distintos,
aunque la práctica política de ambos en los últimos gobiernos, no ha tenido
consecuencias muy diferentes para los trabajadores. No olvidemos que fue el
señor Rodríguez Zapatero el que comenzó la reforma laboral y abrió la brecha
para la salvajada que ha hecho posteriormente el señor Rajoy. Fue el Sr.
Zapatero el que dio barra libre a los bancos, pero parece que eso se ha
olvidado, o quieren que se olvide por los ciudadanos.
Los recortes iniciados por ZP han seguido, al más puro
estilo neoliberal del siglo XIX, con el actual inquilino de la Moncloa. Claro que de un gobierno
del PP es lo que se espera: que defienda los intereses del gran capital, porque
ni tan siquiera está protegiendo a las empresas: solo mira por los intereses de
la gran banca.
La parafernalia de Pérez Rubalcaba dando paseos por el
escenario, rodeado de fieles batidores de palmas, no es ni más ni menos que una
puesta en escena vacía de contenido. Los reproches de la Presidente andaluza son
un ejercicio de cinismo de lo más descarado. ¿Cómo puede la
Sra. Diaz , doña Susana, echar en cara al
gobierno actual todos los males? Hay que recordarle que ellos, su partido, ha
estado gobernando las dos últimas legislaturas. Hay que recordar a Susana Diaz
que en Andalucía los recortes en sanidad, educación, bienestar social,
asistencia a desvalidos, etc. se han ejecutado, obedeciendo órdenes del Sr.
Montoro, sobre la marcha, en tanto que una serie de gastos ni se han tocado:
vehículos oficiales, sueldos de cargos públicos, empresas públicas donde
“reubicaron” muchos amigos y familiares, etc.
La repetida frasesita de “el PSOE ha vuelto” es un
latiguillo que quedaría muy bien en carnaval. Lo que pasa es que los carnavales
son en febrero, o sea que todavía quedan tres meses. Por cierto que si el PSOE
ha vuelto ¿significa que se había ido?. No sólo es indigno sino de auténtica
payasada, de pista de circo. Para que el PSOE vuelva es necesaria una refundación, no un lavado de cara y un
maquillaje ligerito.
Es ahora, cuando pitan bastos, cuando se dan cuenta los
socialistas que el pueblo existe. Es ahora cuando se ofrecen y se autodescubren
como candidatos para asistir a las manifestaciones convocadas por los
ciudadanos. ¡Sencillamente patético!. Mire vd. por donde ahora han hecho estos
descubrimientos. Lo que parece que les queda por descubrir es que hay miles de
personas que están pasando hambre, que están desesperados porque no ven futuro,
que son desahuciados por los bancos. Chicos que no pueden matricularse en las
universidades porque su familia está parada y deben acudir al mercado de
trabajo, al mercado negro que no al legal, para ganar menos del salario mínimo.
Los pocos que tienen ocupación laboral en estos momentos están sujetos a
contratos de esclavos, algo que un partido socialista no debería consentir.
El cuadro final tampoco tiene desperdicio: el coro de
los delegados andaluces cantando el himno andaluz, con el Sr. Griñan y Susana
Díaz rodeados de aspirantes a la poltrona, es el colmo de la tomadura de pelo.
¡Y encima desafinaban!
Obscuro, muy obscuro panorama. No hay alternativa. Y en
la acera de enfrente, la del PP, los mariano boy’s a lo suyo: machacar a los
españoles para que los banqueros estén contentos, así ellos, de camino, siguen dándose
la gran vida. ¡A los ciudadanos que les vayan dando!.
Nino
Granadero
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