Estos
liberales, así es como les gusta que los llamen, es que no tienen solución.
Para ellos todo se reduce a que hay que ganar dinero. Tienen obsesión por
acaparar sin que importe para nada que detrás de las cifras existen personas, seres
humanos con sentimientos, problemas, esperanzas…
La
última de algún que otro liberal de nuevo cuño, por cierto estrechamente
vinculados con la FAES (la fundación del ínclito Aznar), es una propuesta para
poner los pelos de punta a cualquier persona con algo de cerebro: hay que
trabajar hasta los 75 años. Lo más desconcertante es que surge la propuesta de
dos profesores universitarios.
Para
elaborar esta propuesta han debido coger datos estadísticos y cocinarlos como
mejor convenga a los intereses neo-liberales de la FAES para llegar a la conclusión de que todavía
este gobierno que preside del Sr. Rajoy es muy generoso que nos deja jubilarnos
a los 67 añitos, es decir, cuando todavía somos unos chavales.
Otra
de las conclusiones: las pensiones bajarán entre un 15 y un 20%. Como
curiosidad y para dejar constancia de la generosidad de este gobierno, en
consonancia con su ideología neo-liberal, ha subido las pensiones la friolera
de 0,25%. ¡Con razón se ven tantos pensionistas comprando coches nuevos, cenando
en restaurantes de 4 tenedores, vistiendo ropa de diseño y comprando “chaleres”
a todo trapo!. Es que con lo que les ha supuesto la subida no deben saber qué
hacer.
Además,
para redondear el tema, surge la figura de la superdotada ministra Fátima Báñez
defendiendo la rebaja de las cotizaciones a los empresarios para fomentar las
contrataciones. ¡Ahí con dos …!. ¡Habrá tenido una revelación de la Virgen!. Esta
mujer no se entera que bajar los costos a los empresarios solo tiene una
contrapartida: que ganen más porque les cuesta menos producir, así de clarito.
¡Es que la Sra. Báñez con sus visiones virginales…!.
Los
platos rotos de esta crisis, provocada por los ricos para chupar la poca que
nos queda a los pobres, los pagamos los de siempre: los que tenemos nómina y
los autónomos, es decir, los que estamos trincados.
A
mi me gustaría que me aclararan D. Jaime Requijo, catedrático
universitario, y D. Juan Iranzo, decano
del Colegio de Economistas de Madrid, ambos vinculados al PP y a su fundación
FAES, cómo ha afectado a la clase política las medidas de austeridad aplicadas
hasta el momento. ¿Cuánto ha bajado el sueldo de los representantes políticos?
A modo indicativo, hace tan sólo unos días se reseñaba en la prensa que a los
trabajadores les había supuesto un 30% la bajada.
Otra
cuestión a plantear a estos dos señores con masa gris supuestamente muy
abundante: ¿Cuántos puestos de políticos han sido amortizados, cuantos de
concejales, diputados nacionales y senadores, miembros de asambleas
autonómicas, diputados provinciales, etc.? ¿Están en correspondencia con el 15%
que se calcula de puestos suprimidos entre los empleados públicos (policía,
bomberos, sanitarios, profesores, administrativos, inspectores, etc.).
Conclusión:
El ambiente que se pretende es como el puchero de las ranas: se meten en agua
fría, se calienta poco a poco, se van quedando dormidas y sin que se den cuenta
están achicharradas. Aplicación: se dice que la jubilación debe ser a los 75
años, se deja en los 70 y la gente piensa: ¡que buenos son, menos mal que no
han puesto la jubilación a los 75!. ¡El cuento de las ranas en el caldero!.
Lo
peor del caso es que son tan tontos que se creen listos.
Nino
Granadero
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