Parece que no se han enterado Don Mariano y sus chicos.
A ver, Don Mariano, hay una cosa que se llama dignidad. Y mire Vd. por donde, a
pesar de que Vd. se dedique a la política, también debe tener un comportamiento
digno. Y no lo está Vd. teniendo, don Mariano, no lo está teniendo.
Aparte de habernos engañado presentando un programa
electoral y haciendo luego lo que le viene en gana (lo diremos educadamente,
aunque en mi pueblo se dice a lo bestia), resulta que llevan más de un año
acusándolo de haber cobrado en negro y usted se ha limitado a decir que es
mentira. Pero no ha presentado Vd. una querella contra el supuesto embustero,
ni siquiera ha hecho el intento. Se lo repetimos don Mariano, hay una cosa que
se llama dignidad.
Parece que muchos de los políticos del partido que
sustenta al gobierno, muchos más de los deseados, tienen un doble sentido de la
ética y de la dignidad. Cuando hacen algo los otros, la petición de dimisión es
automática, no requiere ser encausados, ni tienen que demostrar su culpabilidad,
ni hay presunción de inocencia, ni… Como robots piden machaconamente la
dimisión. Y en Andalucía tenemos un ejemplo diario de ello.
Ahora resulta que salen en los papeles el Sr. Arenas, el
Sr. Rajoy, la inmaculada Sra. Cospedal,
el Sr. Pío Escudero, el Sr. Rato, etc. y todo lo que hacen es decir que es
mentira. Y como ellos dicen que es mentira, sobra cualquier argumento. Ellos no
necesitan dar justificaciones que para eso son los únicos que dicen la verdad y
hacen las cosas bien. Esa es, aparentemente, la filosofía de la famosísima
“transparencia”. Todo da a entender, según parece, que en el PP se tiene un
concepto muy plano de la ética política.
Si hacemos una valoración desde el
plano puramente político, el comportamiento del Sr. Rajoy es de lo más
desvergonzado que hemos podido observar en el panorama político en los últimos
30 años. No sólo es embustero de forma compulsiva, rehúye el debate y no da la
cara ante la opinión pública. Deja abusar a la banca con sus comportamientos de
usura, quita derechos adquiridos desde hace muchos años a los ciudadanos (los
famosos recortes), endeuda el país para engordar las arcas de los banqueros, niega
el derecho a la dignidad de los dependientes, va a estudiar la reforma de las
pensiones, etc. Esto en términos políticos es robar ( Diccionario de la RAE Robar :
2.
tr. Tomar para sí lo ajeno, o hurtar
de cualquier modo que sea) a los ciudadanos. Eso sí, legalmente
que para eso se aprueban las leyes por el rodillo de la mayoría pepera.
Si además de recortar/robar a los ciudadanos, se está
defraudando al Tesoro Público al no pagar los impuestos que corresponden de lo
que se percibe, habría que preguntarse en qué se diferencian estos comportamientos
de otros calificados como delictivos. Si los sobres, según la documentación que
ha enviado el Sr. Bárcenas al juez, han sido práctica habitual, los que han
percibido esas cantidades han estado defraudando a Hacienda, es decir
quedándose con dinero que nos pertenece a todos los españoles. ¡Vaya el ejemplo
de nuestros gobernantes, con el Sr. Presidente a la cabeza, al resto de los
ciudadanos!. Si el Sr. Bárcenas miente, sólo hay una alternativa: Don Mariano, ¡
a presentarle una querella al antiguo tesorero de su partido !.
Como anécdota lo que comentaba anoche un vecino tomando
el fresco.
- “La solución no es hacer como hicieron
los franceses de usar la guillotina contra estos chorizos”.
- ¿Por qué no se puede usar? Me
atreví a preguntarle.
- Porque se mella la cuchilla de la
cara tan dura que tienen estos elementos.
Ya lo hemos dicho en otras ocasiones, es increíble que
un contable tenga en jaque a todo un Gobierno democrático. Por eso, Sr. Rajoy y
todos los implicados en el tema de los “sobrecillos”, tengan dignidad y
respeten a los ciudadanos que les han votado: presenten su dimisión, porque
cuando son otros los señalados, se les llena la boca pidiendo que se vayan.
Nino Granadero
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