ATRACO (ROBO, HURTO, LATROCINIO,
SAQUEO, RAPIÑA, PILLAJE…)
Hace
dos día, viendo un programa de televisión (todavía quedan algunos que merecen
la pena) surge algo que hace sonar las alarmas: según datos del último mes, los
bancos de los países periféricos han ingresado en los bancos alemanes más de
2,5 billones de euros (DOS MILLONES Y MEDIO DE MILLONES DE MILLONES), es decir
dos millones y medio de montones de billetes de euros con un millón en cada
montón.
La
noticia en sí no tendría mayor relevancia, aparte de la enormidad de las cifras
que se nos escapa a los simples mortales, si no fuera por el contexto en que se
da: una Europa al borde de la recesión económica gracias a la insistencia en
las políticas intolerantes de recortes de la Sra. Merkel. Y menos
mal que no se ha dado, al menos de momento, el escenario planteado por Dani
Rodrik (elEconomista.es, 15 de Junio de 2012) en su artículo “El
fin del mundo tal como lo conocemos”, donde plantea una situación apocalíptica. De momento nos hemos
escapado de la premisa planteada por el Sr. Rodrik: el triunfo de Syrisa en
Grecia y sus consecuencias para la
U.E. De los siguientes pasos, todavía nos queda por ver si
pueden ser realidad, al menos parcialmente, en un plazo breve de tiempo.
Parece que a la Sra. Merkel se le
escapa el dato, o pasa interesadamente por encima de las estadísticas alemanas,
según el cual el 50% de las exportaciones de su país se dirigen a los países
periféricos antes referidos, es decir España, Portugal, Grecia e Italia. ¿A
costa de quien o de quienes está creciendo la economía alemana?, y también que
según los últimos referenciales, estas exportaciones han caído en un 30%. Es
normal el declive ya que cada vez el dinero que circula en los países citados
es menor, con lo cual el poder adquisitivo de los ciudadanos se va reduciendo.
Abundando un poco en el detalle, y a modo anecdótico, podríamos indicar que
Grecia es el primer país europeo importador de material bélico producido por la
industria germana.
Y otro dato, los presupuestos alemanes para 2012
tienen una previsión de gasto de algo más de 300.000 millones de euros, con un
endeudamiento previsto superior a los 27.000 millones. Nos surge una pregunta:
¿Quién está financiando realmente la economía alemana? Hay muchos motivos para
plantearnos de que, en una parte muy importante, esta financiación sale de los
países periféricos. Mucho más cuando, datos en la mano, la prima de riesgo
refleja unas cifras escalofriantes: España 530, Italia 425, Grecia 2.500 y
Portugal 890.
Pero, por parte de la todopoderosa Alemania (de su
gobierno), se sigue insistiendo en la política de austeridad para los países
periféricos, en los recortes de los gastos aún a costa de calidad de vida de
los ciudadanos. Y existe un motivo claro y contundente, pero no por ello menos
frío, calculado y vergonzante: asegurar los cobros de las ventas alemanas a
estos países. En realidad es ni más ni menos que la política adoptada por los
bancos en relación con el cobro de las hipotecas: se quedan con la vivienda
(valorada a la baja en su “recompra”), con el dinero ya cobrado y se aseguran
un inquilino sumiso y cumplidor, con lo que se aseguran ingresos a la vez que
aumentan su patrimonio, ¡ el de los bancos claro está !.
Parece que la Sra. Merkel y sus
correligionarios, han olvidado la postura solidaria de la Unión Europea cuando
la unificación de las dos Alemanias, o mejor dicho la anexión a coste cero de la RDA por la República Federal
Alemana. Fueron varios miles de millones los que los europeos pusimos encima de
la mesa para que el sueño germano de unificación se hiciera realidad.
Para el actual gobierno alemán, encabezado por la Sra. Merkel , parece
que la solidaridad europea funciona tan solo en dirección a Berlín. Por cierto
que todavía están pendientes de pago las indemnizaciones por parte de Alemania
a Grecia (entre otros países) por los destrozos causados por los alemanes en la II Guerra Mundial.
Por otra parte surge un dato que debería hacer
reflexionar a la Sra.
Merkel : la previsión del crecimiento de su país se calcula
inferior al 3%. Y es que, seguimos insistiendo, cuando los bolsillos, gracias a
los recortes, se llenan nada más que de esperanzas, las posibilidades de
comprar se reducen drásticamente.
Todo ello nos lleva a seguir insistiendo en la
tesitura de si no sería mejor para Europa que Alemania fuera expulsada de la Unión Europea.
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