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miércoles, 31 de diciembre de 2014

INMORAL



Los ciudadanos podemos entender los errores, aun cuando estos vengan de los que se dedican a la política. Pero no confundamos meteduras de pata con faltas intencionadas.

Cuando se ha prometido como caramelo electoral, la creación de 3 millones de empleos (hay vídeos afirmando que no se conforman con crear menos de 3 millones de empleos), es duro que ahora, al cabo de los tres años de gobierno de don Mariano, hayamos descubierto la trampa: se le llama empleo a trabajar 8 horas a la semana y cobrar 400 eurillos mensuales. Lo que pasa es que ni así les salen las cuentas: a la fecha que estamos tenemos cerca de 100 mil parados más que hace tres años. O sea que ¡zurrapa!. Lo peor es que estos “empleos” se han “creado” de forma intencionada, es decir condenando a la pobreza a los beneficiarios de estos “contratos” a pesar de estar trabajando. Lo peor del caso es que estos “empleos” suponen más de 500 mil contratos que no llegan ni siquiera a la consideración de contratos basuras sino que son contratos miseria que conducen a la indigencia y a la humillación de las personas.

Ocultan los datos a propósito con la intención de maquillar las estadísticas y tratar de engañar a la ciudadanía, sin que les importe para nada la tragedia que para un/a padre/madre supone no poder ponerle a su hijo una manzana con el bocadillo para que coma algo de fruta en el recreo. Al gobierno, y a los señores que lo sustentan, les da lo mismo que haya infra-alimentación, sus hijos están muy, pero que muy bien alimentados, cuidados y educados. Para eso tienen los servicios privados que pagan con lo que ganan del dinero público que nos quitan a todos los españoles por medio de los impuestos.

Se oculta que son ya más de 100 mil los desahuciados por los bancos como consecuencia de hipotecas que nunca se debían haber permitido. Y también ocultan que hace dos años, la UE (para lo que les interesa son muy europeístas), dictó una resolución al Gobierno español urgiendo la modificación de la Ley Hipotecaria eliminando las cláusulas abusivas. Para eso, al parecer no han tenido tiempo, para cargarse el Estatuto de los Trabajadores les bastó 15 días. 

La ciudadanía no le va a perdonar, don Mariano, que siga cobijando bajo el paraguas protector de su partido y de la inmunidad parlamentaria, a personajes que han utilizado los cargos públicos para llenar sus bolsillos, para obtener regalos a cambio de contratos públicos, para utilizar tarjetas con las que gastar en “caprichos” y “fantasías” personales,  etc.

Tampoco van a ser tolerantes los españoles con que se le suba el sueldo en 1.000 euros mensuales a una ex-ministra de la que un juez dice que tiene todas las apariencias de haberse lucrado ilegalmente con la trama Gürtel y que, al parecer, está siendo investigada. Los parados de este país y los infracontratados no van a entender jamás que el Ministro de Hacienda, el Sr. Montoro, el que decía que los sueldos habían subido en España y los currantes empezaron a buscar su subida sin haber conseguido encontrarla todavía, cobre 1.800 euros de dietas mensuales (legalmente, eso sí) por ser diputado por Jaén cuando tiene tres pisos en Madrid. Ni tampoco que se plantee que los sueldos de nuestros políticos son muy bajitos (no dicen que el Sr. Presidente del Gobierno tiene los viajes gratis, la comida gratis, la casa gratis, el teléfono gratis, …)

No se puede perdonar que haya casi un millón de personas en España que estén por debajo del umbral de la pobreza y, de esos, casi 300 mil son niños que además pasan hambre. Eso, Sr. Rajoy, lo siguen usted y sus ministros negando. Como niegan que la ayuda que han implantado para parados en extremas condiciones de vida ascienda a la “generosa” cantidad de 400 eurillos al mes. Con tan magnánima ayuda no pagan ni la luz que ustedes han permitido que suba un 30% en el último año (más o menos). Claro que si no suben ¿de dónde le van a pagar los “consejos” a los consejeros de las eléctricas, esos amigos de ustedes que no tienen ni pajolera idea de nada pero que a final de mes se llevan una pasta gansa por no hacer nada?.

Lo que no va a colar es el nuevo impuesto que pretenden ustedes colocar en los combustibles aprovechando que el petróleo ha bajado a niveles históricos. “Se mete un nuevo impuesto, no cae la recaudación para que podamos seguir chupando de la mamela los de la casta, y como el precio por litro no va a subir, no se dan cuenta” han pensado usted y sus coleguitas. ¡Pues no, mire usted don Mariano, como que no cuela!.

Tampoco es de recibo que no se haya cesado todavía a ningún responsable de Renfe por las muertes del AVE (simulacro de AVE mejor dicho) en Galicia.

Mire usted, don Mariano: es inmoral que se comprometiera usted a no tocar las pensiones, no tocar la sanidad, a mejorar la educación, respetar las ayudas a los dependientes, etc. y haya hecho lo contrario. Eso, Sr. Rajoy, es mentir y, como usted debe saber, ser un embustero es algo muy feo.

Por todo eso, y por muchas cosas más que no hay espacio para recordarle, los Reyes Magos le van a traer carbón, pero no mucho, sino tan solo un trocito; el resto lo repartirán entre los que no tienen calefacción porque las eléctricas, esas que son tan generosas con sus amigos, les han cortado la luz.

Aunque pensándolo bien, pudiera ser que muchos ciudadanos estemos equivocados y tengamos un concepto de moralidad distinto al suyo ya que usted, en las alturas que corresponden a su sabiduría e inteligencia (?), tiene la visión correcta. Es que los plebeyos no nos enteramos de cómo son y deben ser las cosas. O quizá es que ser amoral es una cualidad indispensable para ser Presidente del Gobierno.

Nino Granadero

martes, 16 de diciembre de 2014

EL MARIANO DE LOS TIEMPOS ATEMPORALES


Podría empezar recordando,  a modo de anécdota, a aquel Mariano del tiempo en la incipiente TVE del siglo pasado, de colores blanco y negro donde nos informaba, con los pequeños medios de los que disponía, cómo se iba a comportar los dos o tres días más próximo al análisis del tiempo y… muchas veces, hasta acertaba. Aquellos que teníamos la suerte de verlo, confiábamos en él y él no nos engañaba, solamente que con los escasos medios de los que disponía, ponía todo su empeño para dar la noticia más veraz y acertada para provecho de todos. Pero hoy, no voy a escribir sobre ese D. Mariano. No. Ni mucho menos. Y no es que no se lo merezca, que sí y en otro sentido muy distinto y nada que ver con este otro del que voy a hablar, bueno, a escribir y ese Mariano es el de los tiempos atemporales. Si, de los tiempos atemporales, porque para este Mariano todo es atemporal, sin tiempos y de raíces profundas porque de los brotes verdes no quiere y  ni oír hablar.

Ocupado en distintas tareas, he dejado pasar el tiempo, pero no ese tiempo atemporal, no, sino el tiempo verdadero que nos hemos dado los humanos para hacer las cosas y que cronometramos hasta la infinimilésima parte del mismo para aprovecharlo al máximo en los quehaceres de la vida. Y lo he dejado pasar en hacer algunas crónicas sobre la corte del Mariano de los tiempos atemporales  para no ser cansino en esas críticas a las que lo tengo sometido por mentiroso, inútil, deshonesto, indigno y otros adjetivos calificativos de mayor envergadura,  hasta terminar en indeseable y perjudicial.

Este Mariano atemporal, el que nunca hablaría de la herencia, el que dijo que lo que no llevaba en su programa, no lo iba a hacer porque no era como los demás,  el que no iba a meter la tijera a las pensiones pública, ni a la sanidad, ni a la educación, el que no pretendía abaratar el despido, el que se oponía a cualquier subida de impuestos porque hacerlo significaría más paro, más recesión y darle una vuelta de tuerca más a la maltrecha economía de las familias y las empresas, el que iba a emplear un lenguaje claro y que iba a decir la verdad sin adornos , ni excusas aunque doliera y llamar al pan, pan y al vino, vino, el que… todo lo anterior lo dijo antes de noviembre de 2011, ¡claro está!, antes de su investidura como presidente del Gobierno de España, al que llegó por decir y comprometerse con estas cosas con todos los españoles. Justamente después de poner su mano sobre la Biblia y su juramento ante la misma, empezó a hacer todo lo contrario, cometiendo a partir de entonces, deslealtad y perjurio, para llevarnos a la mayoría de los ciudadanos  a la miseria más mísera que podamos describir en estos tiempos, donde la desproteción e indignidades a las que estamos sometidos, se pierde en los albores de los tiempos. 

El tiempo atemporal es su aliado más fiel. No le pide cuentas. Como es atemporal, ni pasa, ni deja de pasar. Solo espera. Es como aquel que estaba acostado boca arriba debajo de la higuera con la boca abierta esperando que madurara la breva para que le cayera y así poder comer., este es el Mariano nuestro. Espera, espera y espera. Mientras tanto el vendaval de la miseria asola las Españas con una virulencia tal, que se ha llevado y lleva por delante a toda la sociedad del bienestar.

No hace mucho, el atemporal, dijo eso de las raíces profundas y sin embargo los viejos árboles (entiéndase derechos adquiridos y conseguidos por los ciudadanos) los ha socavado tanto que uno tras otro han ido cayendo.

Antes de ayer, también el atemporal, nos sorprendió con aquello de que la crisis es ya historia pasada en España y que somos la envidia de Europa. ¡Joder con los europeos!, ya nos copian hasta uno de los pecados capitales de los españoles por antonomasia, como es la envidia. Es que somos la releche. De guapos que somos, no nos aguantamos.

Y mientras tanto, continuamos con las colas a los comedores sociales, a Caritas a recoger alimentos, a las Hermandades, a los Bancos de Alimentos y… vamos bien. Más recortes en Sanidad y… vamos bien. Más recortes en Educación y… vamos bien. El paro no acaba de bajar y… vamos bien. Los desahucios no terminan de producirse y… vamos bien. Más contratos precarios y… vamos bien. La pobreza infantil se dispara y… vamos bien. Nuestros jóvenes emigrando en busca de trabajo a otros lugares distintos a los de su nacimiento y… vamos bien. Los hijos y los nietos comiendo de la hoya de los abuelos y… vamos bien. Los abuelos haciendo de canguros y cayéndoseles las cejas por el estrés de una responsabilidad que no es la suya y… vamos bien. Las parejas jóvenes planteándose de no tener hijos porque no tienen que darles y… vamos bien. El tiempo atemporal le va muy bien a el Mariano
.
Me hubiera gustado escribir sobre D. Mariano, el del tiempo, el de la tele en blanco y negro y no sobre este otro,  el de colores, como los caballitos.

Obligatoriamente tenemos el deber  de rebelarnos en todas las próximas elecciones  y BOTAR al Mariano de los tiempos atemporales y a toda su “pandilla” con nuestros VOTOS  y echarlos al “limbo” donde estarán todos ellos mejor, pues al parecer, allí, en ese lugar, no existe el tiempo o el tiempo es atemporal o el lugar no existe, con lo cual, habremos cumplido con nuestra obligación.

Como estamos en las fiestas navideñas, pues nada, desearles que se vayan detrás de la pandereta, esa que suena y  suena y que no sabe a dónde irá y si va a Belén, se queden allí y recen y purguen sus penas por largo tiempo atemporal. Todo lo anterior, sin acritud, pero que nos dejen vivir en Paz con la noche de Dios.


Simón Candón 14/12/2014

sábado, 13 de diciembre de 2014

REPUGNANTES



No es otra la reacción que nos producen los comportamientos de determinados personajes públicos, aunque por la talla que tienen deberíamos decir personajillos. Espasmo y consternación que se transforman en asco cuando los que deberían ejemplarizar, hacen todo lo contrario: una demostración académica de lo que no se debe hacer nunca por un buen ciudadano, mucho menos por un dirigente de un país.

A los ya acostumbrados embustes y mentiras del Sr. Rajoy, se añaden las groserías del impresentable Ministro del interior, el católico, apostólico y romano  Sr. Fernández Díaz a los que se une, formando el terceto sideral, el tristemente célebre Sr. González, presidente al que nadie ha votado, impuesto por la condesa de Aguirre. Y para redondear el festín un postre de mermelada de Guindos.

Se levanta el telón: en escena el Sr. Rajoy hablando del camino de prosperidad que se inicia a partir de ahora gracias a los recortes impuestos por él, dictados por la Sra. Mérkel y soportados exclusivamente por los  ciudadanos españoles. Dibuja unos escenarios de verdes prados, luces brillantes y frutas maduras y sabrosas para todos. Luego pone por testigos de sus afirmaciones al dueño del bar de la esquina, al tendero del barrio y a la dueña de la mercería. Se baja el telón. Pregunta: ¿Cual es el título de la película? Respuesta MENTIROSO  COMPULSIVO.

Si nos damos un paseo y observamos el bar de la esquina, podremos ver al dueño detrás de la barra repasando las facturas que tiene que pagar y no sabe con qué. Si seguimos el paseo veremos como el tendero está apuntando en la libreta de los “fiados” el medio kilo de macarrones que acaba de “vender”, lo de cobrarlo… Y en la mercería el panorama es parecido: la soledad de la dueña pensando cómo pagar el IVA y el autónomo este mes.

El segundo protagonista en discordia el Sr. Fernández Díaz, a la sazón Ministro de Interior del Gobierno a punto de ser barrido del dontancredo por excelencia de este país.  El muy católico, apostólico y romano citado ministro, haciendo méritos, se deja caer con una lindeza a costa de los defensores de la legalidad sobre las vallas fronterizas en África: toda una lección cristiana de militancia religiosa practicante y sincera (que digo yo que qué coño hacemos en ese continente los españoles si hace muchos años desaparecieron nuestras colonias). Sencillamente un impresentable que debería pasar por el despacho del Presidente del Gobierno para entregar, si fuera serio y tuviera hombría, su dimisión irrevocable en vista de su inutilidad política y su escasa talla moral.


Completa la terna el pepero Presidente de la Comunidad de Madrid, el Sr. González que, en un alarde de democracia no le concede turno de réplica al diputado que le formula la pregunta sobre la desnutrición infantil en la capital del estado. “Todo lo contrario, dice el chulapo madrileño metido a político de altos vuelos y altas aspiraciones, el problema de los niños de Madrid es la obesidad”. Claro ahora es cuando entendemos que en los pueblos de la periferia de Madrid, para desprestigiar al gobierno autónomo madrileño, este año hayan estado abiertos los comedores escolares de los centros públicos.

Y, ¡cómo no!, se pone la guinda: ahora lo de Bankia es también culpa de Zapatero. Parece que el Sr. De Guindos, hundidor de financieras donde los haya, ignora que el presidente de Bankia  era nada más y nada menos que el Sr. Rato, Ex-Vicepresidente del gobierno asnal.

Pues nada lo dicho, que la culpa es de Zapatero, de Felipe González, de Alcalá Zamora y así hasta llegar a Viriato (excepto todos los salvapatrias y grandes prohombres de la derecha hispana, honrados y cabales hasta el infinito).

Conclusión: el cuarteto y sus añadidos tienen un denominador común: son unos desvergonzados y unos impresentables. Desde aquí lanzamos una propuesta: nombrar por los ayuntamientos a estos cuatro sujetos, a los que se pueden añadir algunos centenares más, personas “Non Gratas”.

Nino Granadero